"Uno se enamora lentamente de Roma, poco a poco, pero para siempre" (Nikolai Gogol)

miércoles, 6 de octubre de 2010

La fantasía del quartiere Coppedè


El barrio (quartiere) Coppedè es la fantasía aplicada a los planos arquitéctónicos y urbanísticos. Imaginen por un momento qué podría diseñar un arquitecto al que le encargan la realización de todo un barrio de clase media-alta y le dejan total libertad para hacer lo que sueña. Pues eso es el barrio Coppedè de Roma, todo un sueño de formas, colores y juegos arquitéctonicos que transportan al observador a un mundo de fantasía.

Contrasta este barrio con la Roma más famosa, la de las postales que nos muestran el barroco en su estilo exagerado, o la de las edificaciones de aquella caput mundi que hoy se han quedado en admiradas ruinas arqueológicas o se fueron reciclando en la medida que los romanos, o la iglesia católica lo necesitaban para aprovechar los ricos materiales constructivos de una época esplendorosa, o para erradicar de su faz el paganismo de la Roma imperial.

Y en ese contraste está la dicotomía del barrio Coppedè, que puede fascinar a algunos por su atrevimiento y ensoñación, o puede defraudar a otros por su anacronismo con una Roma que bien suponen homogenea.

Encantamiento y fascinación son las primeras sensaciones que recibí al llegar a la piazza Mincio, el centro del barrio Coppedè. Tengo que reconocer que supe de la existencia de este barrio gracias a un famoso periodista, Corrado Augias, autor de un excelente libro editado en España y titulado 'Los secretos de Roma'. Sin embargo fue a través de una serie de documentales realizados para la televisión italiana titulados 'I segreti di Roma', como tuve conocimiento de este barrio fantástico y me propuse visitarlo.

El Coppedè recibe precisamente el nombre del arquitecto que lo diseñó, el florentino Gino Coppedè. Se trata de un barrio residencial situado al noroeste de Roma, junto al Viale Regina Margherita, un ensanche urbanístico de la Roma de finales del siglo XIX y principios del siglo XX para acoger a la incipiente burguesía funcionarial nacida de la unificación italiana y de la capitalidad del nuevo estado. El barrio está compuesto de villas y palacetes en estilo Liberty italiano. Allí se mezclan estilos arquitectónios que dan, no obstante, una curiosa homogeneidad al barrio; hay trazas medievales, pero también barrocas, art decò y orientales de las culturas asirias y babilónicas. Son, en total, 17 villas y 26 palacetes distribuidos alrededor de la Piazza Mincio. Es una arquitectura ecléctica y señorial, que recuerda a viejos castillos de hadas.
Lo ideal para entrar en el barrio es hacerlo desde el Viale Regina Margherita, tomando la via Tagliamento para encontrarnos con un espectacular arco de entrada al barrio, arco éste que une dos de sus principales edificios. A través del arco entraremos en la piazza Mincio, en cuyo centro se encuentra la Fontana delle Rane, es decir, la fuente de las ranas. Junto a ella, lo mejor es mirar en derredor y contagiarse de la atmósfera de fantasía que nos envuelve. Entonces podemos fijar la mirada en la villa delle Fate, es decir, de las hadas, o en el palacio del Ragno (de la araña porque ésta decora la fachada), o en cualquiera de los demás edificios, todos ellos habitados porque el Coppedè sigue teniendo vida. Comenzó a construirse en 1913 y se completó hacia mediados de los años veinte.
Para llegar al quartiere, un tanto alejado del centro de Roma, lo mejor es tomar frente a la estación de Termini el autobús de la línea 86 en dirección Marmorale, y descender, después de ocho paradas, en la piazza Buenos Aires para tomar desde allí la vía Tagliamento y entrar por el arco a la fantasía que nos legó Gino Coppedè. Que lo disfruten.