"Uno se enamora lentamente de Roma, poco a poco, pero para siempre" (Nikolai Gogol)

lunes, 30 de agosto de 2010

El museo de la central termoeléctrica de Montemartini


El museo de la central termoeléctrica de Montemartini es una pequeña joya para los amantes de la arqueología por su originalidad al mostrar escultura romana clásica con la antigua maquinaria de la primera central pública para la producción de electricidad en la ciudad eterna. Recomiendo su visita a quienes quieran conocer algo distinto y de calidad en una Roma que nunca deja de sorprender.
Situado en la Vía Ostiense, número 106, la antigua central termoeléctrica conserva sus antiguas calderas y maquinaria para producir electricidad y entre ese buen trabajo de arqueología industrial, se pueden contemplar excelentes obras de los museos capitolinos, es decir, arqueología clásica en su máximo esplendor.

El museo se encuentra en la ribera izquierda del Tíber, ante los que antaño fueran los Mercados Generales. Para llegar a él desde el centro de Roma lo ideal es coger la línea B del metro, por ejemplo en la estación de Términi en dirección a Laurentina y bajar en la estación de Garbatella para desde allí dirigirse a la Vía Ostiense. En autobús se puede tomar la línea 271 en la plaza Venezia, junto al palacio del mismo nombre y descender en la parada situada muy cerca del museo, en el número 106. Si se prefiere tomar el autobús en la piazza Pía, junto al Vaticano, el autobús indicado es el de la línea 23 con parada frente al museo.
El horario de apertura del museo es de martes a domingo, de 9.30 a 19.00 horas. La entrada normal es de 4'50 euros.

La Central Montemartini constituye un extraordinario ejemplo de reconversión en museo de un edificio industrial. Se trata de la segunda sede expositiva de los Museos Capitolinos y alberga un considerable número de esculturas de la Antigüedad clásica halladas durante las excavaciones realizadas en Roma entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX.La exposición reconstruye conjuntos monumentales antiguos y describe el desarrollo de la ciudad desde el periodo republicano hasta la época tardoimperial con episodios particularmente significativos y muchas veces casi desconocidos para el gran público, como el grandísimo mosaico con escenas de caza procedente de Santa Bibiana. Los grandiosos ambientes de la central y en particular de la sala de Máquinas con su preciosa ornamentación modernista conservan inalterados las turbinas, los motores diesel y la colosal caldera de vapor. En este escenario, los mármoles antiguos resplandecen por su transparente brillo y por el refinamiento de su tallado.

La historia de este peculiar museo, que se encuentra muy cerca de la basílica de San Paolo fuori le mure,data de 1997, cuando hubo que trasladar centenares de esculturas debido al cierre por reestructuración de amplios espacios de los Museos Capitolinos, concretamente del palazzo dei Conservatori. A fin de que el público dejara de contemplar tan magníficas e importantes obras, se inauguró la exposición 'Máquinas y dioses' en las salas rehabilitadas de la primera central eléctrica pública romana para acercar dos mundos diametralmente opuestos: la arqueología clásica y la industrial.

El contraste es la base del museo, que a partir del año 2005 se convirtió ya en sede permanente de la interesante muestra. Pero la idea es mucho más amplia puesto que la Centrale di Montemartini forma parte de un ambicioso proyecto de recalificación de la zona Ostiense Marconi que prevé convertir en polo cultural el área más antigua de industrialización de Roma. Además de Montemartini, el proyecto abarca el Mattatoio, el Gazometro, estructuras portuarias, la antigua Mira Lanza e los antiguos Mercados Generales y prevé concluir la construcción de nuevos espacios para la Universidad Roma Tre y la realización de la Ciudad de las Ciencias.